CRECIMIENTO PERSONAL.RESPONSABILIDAD COMPARTIDA.
Ayer conversaba con un amigo que me
hablaba de su preocupación por lo que él percibe como la ausencia de compasión
en el mundo. Y mientras teníamos la
charla se me ocurrió que el problema no está en el otro. El problema reside únicamente en cada uno de
nosotros, en nuestra forma de ver las cosas.
No puedo cambiar al otro. Solamente puedo trabajar en mí.
Algo que debemos aprender es lograr
una aceptación incondicional de la realidad. Es decir, lo que interpretamos que
sucede, está de acuerdo con nuestros patrones y paradigmas particulares. No tiene
nada que ver con lo que realmente ocurre.
Desde mi mirada, estoy en contra de
lo que llamo el “buenismo”, lo cual defino como asumir de forma inocente lo que
sucede. En este caso, es una aceptación
condicional de la realidad, basada en el concepto de ser buenas personas.
La aceptación incondicional o
desapego nos da el poder de hacer algo para cambiar. El “buenismo” nos obliga a
aceptarlo como víctimas de las circunstancias.
Cada acción genera responsabilidad,
y muchas veces desconocemos sus verdaderas consecuencias. Eso se debe, fundamentalmente, a la estrecha
red de conexión que existe entre todos los seres humanos, y que una simple “acción”
puede desatar cualquier cantidad de “reacciones” posteriores, consecuencias de
un simple cambio en la manera de ver el mundo.
En otras ocasiones he mencionado
que la idea de acción y reacción que nos describe Isaac Newton en su tercera
ley de la Mecánica Clásica, es la que muchas veces empleamos para describir el
karma, y lo que sucede en nuestra vida. Quizás,
desde cierto punto de vista, nos entrega una primera explicación o más bien una
aproximada.
Sin embargo, la posterior aparición
de la Mecánica Cuántica, y su forma de explicar lo que sucede en la naturaleza
física, obliga a hacer cambios en la forma de entender la realidad.
En primer lugar, nos movemos en
campos de energía, y esos campos determinan las situaciones que vivimos. Desaparece el determinismo y aparece la
probabilidad. Por tanto, podemos cambiar la realidad cambiando nuestra forma de
pensar acerca de ella, es decir, cambiando nuestra línea en el campo energético
en el que nos movemos.
Nuestras decisiones no determinan
lo que hacemos, es necesario incluir lo que sentimos y pensamos. En función de dichas variables se generan las
situaciones.
Por otro lado, de acuerdo con la física,
la energía no se crea ni se destruye, tan solo se transforma. Eso nos dice que el mundo está en constante
transformación, ya que la energía está constantemente cambiando. Nada permanece. Todo cambia. Desde nuestra realidad más sutil como lo es
el pensamiento, hasta la más densa como lo es la realidad física.
No sabemos cuáles son las
dimensiones del Universo, pero la física asume que el Universo es infinito. Por tanto, todo es abundante, todo existe y
está a disposición de cada uno de nosotros. El concepto de escasez y limitación
es algo que hemos aprendido, no es una verdad.
La realidad es neutra. Eso significa
que puedes construir la realidad que tú desees, ya que eres el único responsable
de tu propia realidad.
Nos dice Un Curso de Milagros en
la lección No. 338:
“Sólo mis propios pensamientos pueden afectarme.”
Son nuestros pensamientos los que
crean nuestra realidad. Solamente vemos
aquello que queremos ver. “Si cambias la
forma como ves las cosas, las cosas cambian de forma.”
Somos dueños de nuestra realidad,
de lo que creamos. Decimos también que somos responsables de cada una de
nuestras creaciones. Para cambiar el
mundo, tenemos que comenzar por cambiar nuestra forma de ver el mundo.
No vale la pena criticar o emitir
juicios acerca del otro. El otro solo ve lo que quiere ver. Y eso no depende de
mí. Por ejemplo, si yo aprendí a
respetar la Ley, no puedo obligar a otro a que lo haga, si no cree en
ello. Usando otra frase acuñada por
Esther y Jerry Hicks, tomada de su libro La Ley de la Atracción: “Permite y
Permítete.” Deja que el otro sea lo que
quiere ser, y sé tú aquello que deseas.
La fuerza de esta explicación es
que te permite entender que eres tú quien tiene el poder de cambiar su
realidad, y ver aquello que desea, alcanzando así sus objetivos. Nada depende
del otro, solo depende de ti y de tu forma de ver lo que sucede. Eres el
protagonista de tu vida, por tanto, asume la responsabilidad que te confiere el
poderío que tienes.
CONTACTO:
Mi
nombre es Francisco De Lisa. Soy educador, investigador, emprendedor
y coach ejecutivo y organizacional. Me dedico a apoyar, asesorar, entrenar,
facilitar, hacer Mentoría y coaching a individuos, emprendimientos y
organizaciones. Misión: Educar para Transformar. Mi propósito:
Empoderarte. Cada sesión, facilitación o entrenamiento es un aprendizaje. Si
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contáctame por francisco@cybernotas.com o al correo fdelisa.coach@gmail.com.
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