Los ecosistemas van y vienen.
Tu proyecto no existe en el vacío. Tu empresa no existiría si no fuera por los clientes, la competencia, los mercados, los sistemas y la tecnología que lo hacen funcionar.
Solía crear almanaques. Libros de referencia largos, detallados y contrastados que podían ahorrarte una visita a la biblioteca. Cuando hay muchas librerías y no hay internet, el almanaque es un recurso importante y un modelo de negocio útil.
También tenía una división que creaba DVD-ROMs para editoriales.
Ninguno de los dos proyectos era probable ni posible en 1920, y con el auge de internet, ambos se volvieron insostenibles.
El ecosistema de los juegos de mesa era amplio, estable y rentable. La combinación de jugueterías y anuncios de televisión lo hacía sostenible. Y luego, para la mayoría de los proveedores, dejó de serlo.
El telégrafo empleaba a
decenas de miles de personas... y luego dejó de hacerlo.
Google se benefició de construir un enorme
ecosistema de búsqueda y vender pequeñas porciones de este a anunciantes.
Muchas empresas y proyectos prosperaron gracias al tráfico orgánico o de pago
que obtuvieron de miles de millones de personas que realizaban una búsqueda. Y
ahora, es evidente que el tráfico de búsqueda ha disminuido drásticamente y es
casi seguro que nunca se recuperará. La IA ha transformado un ecosistema que
muchas organizaciones asumían como normal y que había llegado para quedarse.
Podemos lamentar el fin de un
ecosistema. Al fin y al cabo, trabajamos duro para llegar hasta aquí y
contábamos con él. Nos sentimos cómodos con él y lo entendemos.
O podemos aceptar que los ecosistemas
van y vienen, y centrar nuestra energía en cómo el próximo ecosistema nos
brinda la oportunidad de hacer nuestro trabajo, un trabajo nuevo, un trabajo
diferente, pero un trabajo que importa, para quienes se preocupan.
Seth Godin
Leer
estas palabras escritas por un muy respetado gurú del marketing como lo es Seth
Godin, nos obliga a reflexionar.
A
pensar en los cambios, en lo que es normal y en que, de un momento a otro, la
tecnología o la misma situación modifica las reglas del juego.
Ayer
hablaba de la Pandemia con una estudiante de mi curso de Economía de Empresas,
y le decía que esa crisis nos obligó a trabajar con los recursos que teníamos. Nos
obligó a echarle mano a lo que teníamos disponible y a avanzar desde allí.
Sin
embargo, terminada la Pandemia, muchas empresas quieren volver a la “normalidad”.
Y ¿qué es la normalidad para ellos? Pues la forma como ellos creen que es el
mundo. Sin entender que ya dejó de ser así.
Mientras
los mercados crecen y se mueven en la dirección en que la economía y la
tecnología lo hacen, muchas organizaciones se empeñan en regresar al pasado o
mantenerse allí estacionadas, simplemente porque les cuesta salir de la zona de
confort. Simplemente, no pueden concebir
que el cambio es necesario y que tienen dos alternativas, o sigues adelante y
aprovechas el impulso, o dejas que te arrastre sin piedad.
Ciertamente,
la gerencia cambió en la Pandemia. Muchos
gerentes no quieren reconocerlo, simplemente porque tendrían que cambiar su
estilo y convertirse en mentores y facilitadores de los procesos de
transición. Se empeñan en permanecer
atados a los viejos conceptos de gerencia, lo cual poco a poco los debilita. Mientras
que aquellos que abrazan el cambio y entienden la transición, sacan el mayor
provecho del mismo, y se convierten en los nuevos líderes digitales que van a
dirigir los nuevos procesos.
Es
posible que algunas cosas tomen su tiempo. También es posible que algunas
tecnologías cuesten más que otras. Pero sin duda, quedarse atrás a la espera de
que las cosas vuelvan a ser como antes, simplemente no funciona.
Sears,
que era una gigantesca cadena de tiendas con miles de metros cuadrados de
exhibición, mucho inventario en consignación, y una estructura organizacional
pesada, no quería cambiar. Vio venir a
Amazon, pero creyó que, por tener 150 años de historia, y ser líder en la venta
por catálogos en el pasado, eso iba a garantizar su crecimiento y permanencia
en el mercado.
No
se dio cuenta que el nuevo modelo de negocios de internet reducía los cuellos
de botella y era mucho más eficiente que su antiguo esquema de tiendas. Lamentablemente, su tozudez llevó a la
organización a la quiebra.
Wallmart
una organización con las mismas características que Sears, entendió la amenaza
que significaba para su modelo de negocios la presencia de Amazon. Cuando se dio cuenta, comenzó rápidamente a
invertir en la red y a competir para no quedarse atrás, y mantenerse con vida. Hasta ahora siguen trabajando tratando de
recuperar el tiempo perdido. Por suerte entendieron que el ecosistema cambió.
Así
como estas dos historias, podemos contar muchas otras que tienen que ver con no
reconocer el cambio, entender el comportamiento del mercado y la transformación
de los ecosistemas en los cuales nos movemos.
Conclusión.
Mantengamos
actualizada la matriz FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y
Amenazas). Revisemos constantemente los
escenarios en los cuales nos movemos. Los
ecosistemas cambian, a veces de forma muy sutil, hasta que de repente, sin
darte cuenta, no hay vuelta atrás. No pierdas
el valor de tu organización empeñándote en mantener tu mirada en el pasado.
CONTACTO:
Mi nombre es Francisco De Lisa. Soy educador, investigador,
emprendedor y coach ejecutivo y organizacional. Me dedico a apoyar, asesorar,
entrenar, facilitar, hacer Mentoría y coaching a individuos, emprendimientos y organizaciones. Misión:
Educar para Transformar. Mi propósito: Empoderarte. Cada sesión,
facilitación o entrenamiento es un aprendizaje. Si algo de lo que comenté te
hizo sentido, y consideras que puedo ayudarte, contáctame por el
correo fdelisa.coach@gmail.com.
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