LA HISTORIA DESDE LA MIRADA DEL PROTAGONISTA.

Las historias cambian de significado, cuando las observas desde distintos ángulos.

 

En una obra de teatro, no es lo mismo la mirada del protagonista, que la de los demás actores que intervienen en la misma.

 

Cada persona tiene una mirada particular acerca de lo que sucede en su vida, y justifica sus acciones con sus aprendizajes, los cuales solamente forman parte de su relato particular.

 

Es por eso, que a veces nos cuesta comprender qué sucede con el otro, porque no entendemos su punto de vista, que no es ni bueno ni malo, solo es diferente.

 

De allí que nadie tiene la razón, sino que las explicaciones son resultado de sus particulares interpretaciones.

 

Es por eso que las otras personas escuchan desde sus espacios personales de acción. Desde sus aprendizajes, los cuales a su vez despiertan emociones que reaccionan ante lo que cree que sucede. Todo es una ilusión interconectada.

 

Quizás cuando no entendamos algo o a alguien, tratemos de ver un poco más allá de la superficie, y conectemos con los miedos, temores, reacciones, acciones, que esa persona ha vivido, y que explican su comportamiento.

 

No es ni bueno ni malo. Solo es la forma cómo aprendió a vivir.

 

Muchas veces todos estos aprendizajes se forman desde muy temprana edad. Con los padres o cuidadores, que también nos transmiten a través de sus actuaciones, parte de sus experiencias, que por cierto, tampoco son buenas o malas, solamente es la forma como las aprendieron.

 

En estos días escuchaba a una señora en la panadería cómo hablaba con cierta molestia, acerca de un niño que le había dejado una madre, que tuvo que emigrar. Y su reclamo no era acerca del niño, sino de la madre que se separó de él, y que no ha sido capaz de llamarlo y mantener su presencia la vida del niño, a pesar de la distancia.

 

Sin entrar a discutir lo que siente la madre, me pregunte: ¿Cuál será el nivel de abandono que siente ese niño? ¿Cómo estará manejando esa situación? ¿Cómo justifica lo que le sucede? ¿Qué pensará antes de irse a dormir?

 

Queramos o no, es probable que sienta que fue abandonado, y posiblemente no entienda el por qué.  Imagino tan solo la tristeza y soledad en la que se debe encontrar, al sentir que su madre no está cerca de él.  Quizás, lo veo desde mis propios aprendizajes, pero me atrevo a decir que él se estará preguntando lo mismo.

 

Imaginen ustedes, ¿qué sucederá con ese niño mañana? ¿Cómo se relacionará con los demás? ¿Con la sociedad? ¿Cuáles serán sus espacios de conexión con los otros? ¿Sus inseguridades, miedos y temores?

 

¿A quién podemos responsabilizar por lo que sucede? ¿Al país, a la situación económica, a los políticos, a los padres?

 

Y el comentario de la señora era: “Yo sé que los padres abandonan a sus hijos, pero también se ve en las madres.”

 

Entonces, hablamos de un abandono por partida doble.  El niño lo sabe, y probablemente lo siente. 

 

Y así como él, hay muchos que han sido dejados atrás resultado de una situación ante la que muchas personas simplemente se lavan las manos.  Una migración enorme de un importante grupo de compatriotas que han tenido que salir buscando mejores oportunidades, que nuestro país no les ofrece, no porque no sea posible, sino porque es parte del discurso de los que están en el poder.

 

Y así como están abandonados los niños, también han dejado solos a los adultos mayores, que están luchando como pueden para sobrellevar esta situación, en algunos casos completamente solos, en otros casos han aprendido a conectarse, y en algunos casos, se han hecho cargo de aquellos que no pudieron irse como los hijos pequeños, nietos, bisnietos, asumiendo responsabilidades que ya no les corresponden.

 

Que daño tan grande se le ha hecho a la familia venezolana.  ¿Dónde estaremos mañana? ¿Qué nos depara el futuro? ¿Quién puede decirlo? ¿Seremos mejores seres humano? A veces me pregunto: ¿Cuál es la lección que está detrás de todo esto?

 

Y ciertamente, esa es mi mirada, la del que escribe esta historia. Una mirada particular, pero preocupada por lo que vendrá más adelante.

 

Desde el coaching Ontológico trabajamos estos cambios y transformaciones, y te acompañamos en los aprendizajes necesarios para pasar de un estado actual a uno futuro, lleno de más posibilidades.  Nuestro trabajo es ayudarte a encontrar tus propias respuestas de la situación en la que habitas, y permitir que encuentres un espacio de crecimiento en tu propia evolución.

 

 

CONTACTO:

 

Mi nombre es Francisco De Lisa.  Soy profesor, emprendedor y coach. Me dedico a apoyar, asesorar, entrenar, facilitar, dar mentoría y hacer coaching a individuos, emprendimientos y organizaciones.  Misión: Transformar al Mundo.   Mi interés: crecer contigo. Cada sesión, facilitación o entrenamiento es un aprendizaje. Si algo de lo que comenté te hizo sentido, y consideras que puedo ayudarte, contáctame por francisco@cybernotas.com o al correo fdelisa.coach@gmail.com.

             

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