VIVIENDO EN CONFLICTO
Sin darnos cuenta, vivimos en un
eterno conflicto. Cuando tratamos de
explicar lo que sucede con las interpretaciones que realizamos a través de
nuestro sistema de creencias, normalmente existe una diferencia entre lo que
vemos que sucede y lo que creemos.
Si aceptamos lo que acaece tal
como es, comenzamos a poner fin al sueño de conflictos. La aceptación
incondicional de la realidad y el desapego de nuestros juicios, patrones y
paradigmas, conducen a que eso ocurra.
Claramente, las ilusiones no
pueden tener efectos, a pesar de que insistamos en ver la realidad como
queremos que esta sea. Cuando
contrastamos la verdad con las ilusiones, vemos que éstas no tienen ningún
valor.
Percibimos lo que sucede a
nuestro alrededor a través de nuestro sistema de representación. Nuestros
sentidos, visual, auditivo, táctil, gustativo y olfativo, nos ayudan a percibir
lo que nos rodea, y en función de lo que hemos definido en nuestro sistema de
valores, tomamos decisiones.
La Medicina Tradicional China
dice que el hombre tiene tres mandatos fundamentales:
- 1. Supervivencia.
- 2. Reproducción.
- 3. Conocimiento.
Que a su vez podemos conectar
libremente con las tres caras del cerebro:
1. Reptil.
2. Límbico.
3. Neurocortex.
Como el mandato inicial es la
supervivencia, lo primero que hacemos es
evaluar que puede hacernos lo que sea que estamos percibiendo en el exterior,
por lo tanto estamos a la defensiva.
Hasta que no somos capaces de confiar en lo que ocurre y sentirnos
seguros, nos ataca el miedo.
De allí que nuestras reacciones oscilan
entre dos extremos, el Amor y el Miedo.
Los patrones desarrollados a lo largo de nuestra vida, son los que generan
las respuestas que creemos apropiadas, para decidir cómo comportarnos ante
ciertas situaciones.
Ahora bien, lo que ocurre, en
nuestra particular forma de entender el mundo, independientemente que no ponga
en riesgo nuestra vida, puede validarse como una amenaza, ya que en algún
momento de nuestra vida aprendimos que era de esa forma.
La historia del elefante del
circo que cuando es pequeño es atado a una estaca y a pesar de que pelea con
ella, no puede soltarse de la cadena que lo tiene atado a la estaca. Así, llega el momento en que se resigna a
estar atado a la estaca. Cuando es
grande, no cuestiona esa limitación, a pesar de la fortaleza que posee, porque
simplemente aprendió a que no podía zafarse de las cadenas que lo mantienen
atado.
Lo mismo sucede con nosotros. Nuestro
cerebro reptil, guarda reacciones instintivas; no se da cuenta de que no hay
peligro. Solo entiende que ante una situación
como la que sucede, la manera de protegerse fue la que aprendió en aquel
momento.
En otras palabras vemos como
reales amenazas que pueden ser simplemente ilusiones. Es como cuando entramos
en un cuarto oscuro y creemos que una cuerda enrollada en el piso puede ser una
amenazante serpiente. Esto genera todo tipo de reacciones físicas en nosotros,
hasta que nos damos cuenta de que es tan solo una ilusión.
Así actuamos, hasta que somos
capaces de cambiar nuestra manera de percibir el mundo, y desarrollamos la
habilidad de cuestionar lo que sucede y de encontrar nuevas explicaciones. Es muy posible que lo que tengamos enfrente
sea una serpiente. La pregunta es ¿quién ataca primero y por qué?
Esto sucede comúnmente entre
seres humanos, cuando no somos capaces de entendernos adecuadamente. Muchas
veces vivimos en conflictos, reales o irreales, creados por nuestros juicios y
patrones particulares. Esto nos obliga a
buscar herramientas y habilidades que faciliten esa comunicación tan necesaria,
cuestionando la relatividad de nuestros propios juicios. Lo importante es entender que tenemos el
poder de ampliar la interpretación cuando somos capaces de atrevernos a
cuestionar las creencias, lo cual de paso, permite ampliar nuestra zona de
confort.
CONTACTO:
Mi
nombre es Francisco De Lisa. Soy educador, investigador, emprendedor
y coach ejecutivo y organizacional. Me dedico a apoyar, asesorar, entrenar,
facilitar, hacer Mentoría y coaching a individuos, emprendimientos y
organizaciones. Misión: Educar para Transformar. Mi propósito:
Empoderarte. Cada sesión, facilitación o entrenamiento es un aprendizaje. Si
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