LA GESTIÓN DE SÍ MISMO
Algo fundamental para tu
crecimiento personal es conocerte a ti mismo.
Sin duda, hacerlo te dará una ventaja en relación a cómo has venido
actuando hasta los momentos.
Conocerte significa de alguna
manera descubrirte, ser capaz de interiorizar y revisarte, para entender tus
reacciones ante los estímulos que te rodean. Normalmente respondemos de forma
automática ante lo que activa nuestros sentidos, de varias maneras, muchas de
ellas condicionadas por aprendizajes y patrones establecidos desde nuestra
infancia.
Quizás en algún momento esas
reacciones fueron correctas, pero es posible que hoy día no sean apropiadas, o
realmente nunca lo fueron, pero no podíamos entenderlo.
Comprender quiénes somos pasa
por conocer nuestro cuerpo, los sentidos, la forma como percibimos, las declaraciones
que hacemos, los juicios que tenemos, las emociones que sentimos, las memorias
e historias que nos contamos, etc., que aparecen ante lo que ocurre en nuestro
exterior.
Por ejemplo, muchas veces
tenemos “miedos” que posiblemente no entendemos, que limitan nuestras acciones,
resultado de patrones establecidos. Por ejemplo,
podemos tener “miedo a mostrarnos” lo cual nos lleva a preocuparnos por el “qué
dirán” de los demás, cuando realmente sus opiniones no tienen por qué
afectarnos. Solo puede afectarnos
aquello que nosotros permitimos. Lo interesante
de los miedos es que las reacciones típicas ante él son: paralizarte, huir o
atacar, consecuencia de juicios que hacemos acerca de alguna “amenaza” ante la
cual debemos estar alertas.
Para que eso suceda, hace falta
que nosotros permitamos esa situación. Es
decir, dejamos que el juicio de otras personas afecte nuestro comportamiento y
resultados.
Cuando podemos revisar estos “miedos”
y trabajar la confianza en nuestras respuestas y reacciones, entendemos que el “miedo”
no existe, que lo único que estamos haciendo es reaccionar ante lo que creemos
puede afectarnos.
Nuestra personalidad o ego es
una estructura que vamos construyendo desde pequeños. Podemos decir que es un
constructo mental, resultado de las historias que nos contamos. Comenzamos a
colocar los ladrillos en función de lo que aprendemos en nuestro devenir. Cada situación nos enseña algo diferente, y
conforme vamos avanzando, empezamos a creer que algunas situaciones son más
reales que otras, y merecen respuestas que de alguna forma nos hagan sentirnos cómodos. Los seres humanos queremos pertenecer y ser
amados, por tanto, nuestras reacciones van a orientarse hacia esas metas. Lo que
hacemos o dejamos de hacer busca, de alcanzar esos dos objetivos.
Ahora bien, cada uno de nosotros
tiene aprendizajes particulares, los cuales pueden estar condicionados, por
supuesto, por los aprendizajes de integrantes de nuestra propia familia, que reaccionaron
ante sus propios eventos de forma muy diferente a como podría haberlo hecho
cualquier otra persona. ¿Eso es bueno o malo? Ninguna de las dos simplemente es
una reacción. El problema es que cuando creemos que tenemos razones para actuar
de cierta manera, es muy probable que estemos reaccionando de un patrón o
paradigma, que forma parte de nuestro particular sistema de valores.
El tema es que ese sistema de
valores no es verdad, y al no serlo, cualquier cosa que sintamos que es una
amenaza, puede llevarnos al miedo, a sentirnos vulnerables y a reaccionar con
temor ante lo que estamos sintiendo. Inclusive
podemos perder el control de la situación y reaccionar de forma
desproporcionada e irresponsable.
De allí la necesidad de
conocernos. Si algo es importante, es
aprender a diferenciar y aclarar nuestras reacciones, de manera que podamos
actuar ante lo que sucede. Para nadie son desconocidas las emociones que puede
generar un proceso migratorio. Es el sentimiento de pérdida, de la tierra que
nos vio nacer, a la que estamos acostumbrados.
Es de valientes atreverse a migrar y darse el permiso para sentirse
vulnerables ante lo que estás viviendo. Reconocer que estas sintiendo temor, aceptar
que lo percibes de esa forma, te ofrece herramientas para poder actuar y resolver
la situación, de forma que puedas sacar ventajas de ella. Reconocerte vulnerable te permite actuar con
valentía y descubrir cualidades que posiblemente no sabías que tenías. No solamente es una experiencia conmovedora
para el que se va, también la siente el que se queda, por supuesto desde su
propio sistema de referencia. De allí la necesidad de trabajarse.
Así como podemos ver emociones
que se destapan ante ciertas situaciones, también conocer nuestro cuerpo es un
instrumento excepcional, que muestra aquellas cosas que no queremos aceptar. Desde
el tipo de alimentación que tomamos, la forma de respirar, nuestros sueños, el
descanso, etc., ofrece información importante para descubrir cosas que tenemos
que trabajar, superar o cultivar. El proceso
de conocerse es ambicioso, que muchas culturas han cultivado a través de prácticas
como por ejemplo, ejercicios de Yoga o TaiChi que permiten mover energías, a través
del control de la respiración, de trabajos de introspección, concentración o
meditación que conduce a internalizar, y valientemente nos ayuda a reconocernos
y trabajar en nuestras limitaciones.
Controlar y reconocer tus
reacciones es apenas el comienzo de las recompensas que te ofrece gestionarte. Hay varias maneras de conseguirlo. Puede ser a
través de un trabajo interior profundo, reconociendo aquello que te limita y
atreverte a cambiarlo. También puedes hacerlo,
solicitando el acompañamiento de un coach para que te ayude a descubrir aquello
que te inquieta y no te deja avanzar. En cualquier caso, reconocerte, solicitar
ayuda y buscar solución, sin duda es un avance importante en tu proceso de crecimiento
personal. Poco a poco te acostumbrarás a
profundizar y descubrir todo el potencial que se encuentra encerrado en tu
interior.
La riqueza de nuestro mundo
interior es infinita. Cada descubrimiento es importante para avanzar. Tenemos toda
la vida para conocernos. No perdamos la oportunidad de hacerlo. No es un
proceso fácil, todo lo contrario, es laborioso y necesita empeño adecuado para avanzar,
lo cual nos llenará de alegría interior y de satisfacción personal.
Enunciar y cultivar nuestros
valores, respetarnos tanto a nosotros como a los demás, es fundamental si
queremos vivir en paz, evolucionar y ser felices. Cuando termine nuestro viaje, nos iremos tal
como vinimos, sin nada material. Lo único que nos llevamos es un maletín lleno
de experiencias y vivencias compartidas con otros, que permanecerá en su
memoria mientras vivan, que tarde o temprano desaparecerán al igual que
nosotros, llevándose el recuerdo de nuestra existencia, y nuestra “importancia”
como seres vivos.
ALGUNOS TIPS PARA AUTO-GESTIONARTE CON LIVIANDAD.
El proceso de crecimiento
personal es complejo. Es como ir quitándole capas a una cebolla, para descubrir
la joya que está en tu interior. Te dejo
algunos tips que puedes tomar en cuenta a la hora que sientas que te hacen
falta:
1. Aprende a valorar-te.
Es importante reconocer quién eres, lo que vales y significas. Eres un ser especial que merece ser tratado con respeto y amor. Comienza por reconocer-te y apreciar-te constantemente. Como decía Louise Hay, frente al espejo repite tres veces cada mañana: Me amo, Me valoro y Me respeto tal como soy.
2. Establece límites.
No permitas que otros abusen de ti. Simplemente di NO cuando sientas que no quieres y que tienes que poner limitaciones. NO permitas que otros abusen de ti. Recuerda que tienes el poder de decir NO.
3. No eres Google.
No lo sabes todo, y está bien decir “No Sé”. Cuando permites ese espacio de duda, te comprometes a aprender. De hecho, cuando comienzas a hacerlo y aceptarlo, indicará a otros tu humildad y sinceridad.
4. Acepta tu vulnerabilidad.
No tiene nada de malo ser vulnerable. Hemos aprendido que si nos damos ese permiso, somos débiles. Nada más lejos de la verdad. Reconocer tu vulnerabilidad permite trabajarla y avanzar, descubriendo la fortaleza encerrada en ti.
5. La culpa no existe.
La culpa es una emoción construida por la sociedad, que sirve para manipular al hombre. Es la sensación de haber hecho “algo indebido”, que además asocia un castigo. Muchas veces no existe razón que justifique esa emoción, pero aún así, el castigo está presente y lamentablemente lo somatizas en tu cuerpo.
6. Aprende a Perdonar.
Nada de lo que sucede es “real”. Tu interpretación es particular, resultado de aprendizajes del pasado. Perdonar libera tu alma de cargas innecesarias. No digo que sea sencillo, ya que es un proceso donde tenemos que vencer muchas emociones contradictorias. Sin embargo es posible desaprender para vivir en paz.
7. Ama de corazón.
Somos seres que deseamos amar y ser amados. Expresa de forma sincera tu amor y compasión por el otro, por tus semejantes, permite crecer y sentirte feliz. Abajo la guerra, arriba el amor. Es mejor establecer puentes que levantar muros.
8. Agradece.
La vida es un milagro; como tal debemos agradecer la dicha de estar aquí y disfrutar cada uno de los momentos que vivimos. Cuando agradeces lo que tienes, la vida te regala más razones para vivir agradecido. Convierte cada momento en un maravilloso “me gusta”, para que continuamente repitas “me gusta” por cada cosa que ves y aprecias.
9. Nadie tiene la razón.
Solo aquellos a los que les das autoridad como “jueces” pueden indicar quién tiene la razón. Somos observadores distintos, donde cada uno posee un punto de vista válido, con una interpretación particular del momento que está viviendo. Esa interpretación puede ser diferente para todos los demás, y está bien. Acepta las opiniones del otro con liviandad.
CONCLUSIÓN
Vivir con humildad, comprendiendo
que la vida es un “milagro” que vale la pena vivir y disfrutar, como un regalo
que se vive en presente, lleno de amor y paz. Siendo la paz, lo que todos
buscamos como la aceptación humilde de nuestra realidad.
PREGUNTAS
· ¿Has profundizado en tu trabajo interior?
· ¿Qué te lo impide?
· ¿Conoces tus reacciones ante lo que te sucede?
· ¿Existe algo que sientes que te limita?
CONTACTO:
Mi nombre es Francisco De
Lisa. Soy profesor, emprendedor y coach. Me dedico a apoyar,
asesorar, entrenar, facilitar, dar mentoría y hacer coaching a individuos,
emprendimientos y organizaciones. Misión: Transformar al Mundo.
Mi interés: crecer contigo. Cada sesión, facilitación o entrenamiento es un
aprendizaje. Si algo de lo que comenté te hizo sentido, y consideras que puedo
ayudarte, contáctame por francisco@cybernotas.com o al correo fdelisa.coach@gmail.com.
Si deseas seguir recibiendo información,
te pareció valioso este artículo, o quieres tratar algún tema particular, me
encantaría recibir un comentario tuyo en el blog o al correo. Puedes seguirme
por aquí, en Instagram por @cybernotas.blog, Youtube o Spotify por el
canal @cybernotas. Con gusto te mantendré informado de nuestras novedades,
artículos, entrenamientos y noticias.
.jpg)






