COMPETENCIA = OPORTUNIDAD

 

LA COMPETENCIA COMO OPORTUNIDAD DE MERCADO

 

La competencia, lejos de ser una amenaza, puede convertirse en una gran oportunidad para que las empresas innoven, mejoren y se destaquen en el mercado.  De hecho, la competencia es el motivador fundamental para el crecimiento del mercado y desarrollo de nuevas ofertas y productos.

 

La competencia como oportunidad:

• Innovación: La presencia de competidores impulsa a las empresas a desarrollar nuevos productos, servicios, mercados o mejorar los existentes para diferenciarse y atraer a más clientes.
• Mejora continua: Al analizar las estrategias y fortalezas de la competencia, las empresas pueden identificar áreas de mejora en sus propios procesos y productos.
• Nuevos nichos de mercado: La competencia puede revelar segmentos del mercado que aún no han sido explotados, ofreciendo oportunidades para crear nuevos productos o servicios.
• Mayor eficiencia: La presión competitiva obliga a las empresas a ser más eficientes en sus operaciones, reduciendo costos y aumentando la productividad.
• Aprendizaje: Al observar a los competidores, las empresas pueden aprender de sus éxitos y fracasos, acelerando su propio proceso de aprendizaje.

 

Cómo aprovechar la competencia como oportunidad:

1. Análisis de la competencia:
• Identificar a los principales competidores.
• Analizar sus fortalezas, debilidades, estrategias y posicionamiento en el mercado.
• Estudiar sus productos, precios, canales de distribución y comunicación.
• En otras palabras, aprender de la competencia.
2. Diferenciación:
• Identificar lo que hace que tu empresa sea única.
• Desarrollar una propuesta de valor clara y atractiva para los clientes.
• Crear una marca fuerte y memorable.
3. Foco en el cliente:
• Entender las necesidades y deseos de los clientes.
• Ofrecer productos y servicios que resuelvan sus problemas de manera efectiva.
• Construir relaciones sólidas con los clientes.
4. Innovación constante:
• Fomentar una cultura de innovación dentro de la empresa.
• Invertir en investigación y desarrollo.
• Estar al tanto de las últimas tendencias del mercado.
5. Adaptabilidad:
• Ser flexible y capaz de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado.
• Estar dispuesto a modificar las estrategias si es necesario.

 

Ejemplo: Imagina que eres el dueño de una pequeña cafetería. Al analizar a tus competidores, descubres que ofrecen una amplia variedad de opciones veganas, mientras que tú solo tienes algunas opciones limitadas. Esta información te permite identificar una oportunidad de mercado y desarrollar un menú más completo y atractivo para los clientes veganos.  O también te permite enfocar tu atención a segmentos específicos en donde puedas construir una oferta exclusiva y única que les interese a tus consumidores.

 

Resumiendo, la competencia es un motor de crecimiento y mejora para las empresas. Al analizar a los competidores y aprovechar las oportunidades que ofrecen, las empresas pueden fortalecer su posición en el mercado y alcanzar un mayor éxito.  Asimismo, el estudio del mercado y sus integrantes puede dar origen a desarrollo de nuevas alternativas y soluciones que enriquezcan las posibilidades de cada uno de los participantes.

 

EJERCICIOS Y PREGUNTAS.

1.       ¿Qué innovaciones has realizado en tu empresa para ganarle a la competencia?

2.       ¿Por qué tus clientes prefieren hacer negocios con tu competencia en lugar de hacerlo contigo? ¿Qué te falta agregar, añadir?

CONTACTO:

 

Mi nombre es Francisco De Lisa.  Soy profesor, emprendedor y coach ejecutivo y organizacional. Me dedico a apoyar, asesorar, entrenar, facilitar, dar mentoría y hacer coaching a individuos, emprendimientos y organizaciones.  Misión: Educar para Transformar al Mundo.   Mi interés: Crecer Contigo. Cada sesión, facilitación o entrenamiento es un aprendizaje. Si algo de lo que comenté te hizo sentido, y consideras que puedo ayudarte, contáctame por francisco@cybernotas.com o al correo fdelisa.coach@gmail.com.

                                                        

Si deseas seguir recibiendo información, te pareció valioso este artículo, o quieres tratar algún tema particular, me encantaría recibir un comentario tuyo en el blog o al correo. Puedes seguirme por aquí, en Instagram por @cybernotas.blog,  Youtube o Spotify por el canal @cybernotas. Con gusto te mantendré informado de nuestras novedades, artículos, entrenamientos y noticias.

 

EL PENSAMIENTO GERENCIAL.

 

Es complejo decir cuál debe ser el pensamiento gerencial en una situación determinada. Sobre todo cuando dicho pensamiento tiene diferentes variantes que pueden ser aplicadas.  Fundamentalmente podemos decir que el pensamiento gerencial más adecuado, es aquel que consigue que la empresa pueda mantenerse en el mercado y generar valor.  La decisión correcta es justamente aquella que garantice efectividad, eficacia, productividad y sobre todo la mayor utilidad posible.

 

Las organizaciones persiguen los siguientes objetivos:

1.    Sobrevivir.

2.    Crecer.

3.    Generar Beneficios.

 

¿Cuál es el pensamiento más adecuado? Por supuesto, dependerá de la situación en la que esté la empresa en un momento dado, y las soluciones más adecuadas.

 

Muchas veces hablamos de que empleamos la Gerencia por Crisis.  La gerencia por crisis no es más que una gerencia reactiva, es decir, una gerencia que actúa en respuesta a lo que sucede en el mercado.  Su objetivo fundamental es hacer control de daños, en otras palabras, evitar que lo que está sucediendo sea peor de lo esperado.

 

Muchas empresas, y nos sorprendería su número, normalmente trabajan con este tipo de gerencia.  Como decía el personaje de una famosa novela: “Como vaya viniendo, vamos viendo.”  Esto por supuesto no garantiza nada para la organización, ya que la misma está sometida a los avatares del mercado, y normalmente se mueve en un ambiente hostil, en el cual no planifica y simplemente actúa de acuerdo a las circunstancias.

 

Por supuesto, los resultados de la empresa no pueden ser los mejores, ya que al actuar de forma reactiva, no puede controlar lo que sucede, o anticiparse a las posibles decisiones, en función del comportamiento del mercado.

 

De allí que su rendimiento final sea aleatorio. Es decir, puede ser que la empresa en un determinado momento tome decisiones apropiadas, mientras que en otras situaciones, las decisiones no sean las más adecuadas.  Y si además no están ajustadas a la Misión, Visión y Valores de la organización, es aún más difícil.

 

Pero, podemos decir también lo siguiente: si no se sabe a dónde va, cualquier lugar al que llegue estará bien.   Y es más o menos lo que sucede.  Se actúa en función de lo que sucede, sin realizar una planificación previa.

 

El objeto del pensamiento estratégico consiste en tomar decisiones anticipándose a las posibles situaciones del mercado. Esas decisiones tienen que ver con aprendizajes del pasado, y a los posibles escenarios que se están presentando, según los cuales podemos establecer un curso de acción.

 

Sin embargo, pueden existir situaciones que no hayamos planificado, lo cual por supuesto va a generar algunas decisiones que quizás no hayamos pensado con anterioridad. Por ejemplo, ni qué dudar que el tema de la Pandemia obligó a muchas empresas a tomar decisiones a la ligera que fueron corrigiendo y adaptando sobre la marcha. En primer lugar, vino la sorpresa ¿Qué hacer? Luego y en función de los hechos, y del tiempo que iba a tomar resolver la situación, se tomaron decisiones que permitieron reiniciar labores, ya sea virtual o presencial.  Uno de los temas más complejos en ese evento fue el tema de ¿qué hacer con la gerencia? Cómo cambia y se ajusta nuestro estilo de gerencia en función de los nuevos ambientes en los que nos encontramos. ¿Cómo podemos medir el rendimiento de nuestros colaboradores? ¿Cómo podemos aumentar su efectividad?  Algunas de esas preguntas aún siguen vigentes.

 

Tomando en cuenta la existencia de una infraestructura inadecuada que no permitía el pasar a modalidad virtual de forma rápida, tuvieron que irse adaptando a lo que se podía hacer en el mercado, con las aplicaciones disponibles, y poco a poco, resolver puntualmente, para poder seguir operando adecuadamente.

 

Sin embargo, esto generó nuevas posibilidades de negocio, y en algunos casos obligó a innovar en la forma de hacer las cosas, lo cual sin duda benefició a las organizaciones y a las empresas.

 

Pasamos de una gerencia presencial a una virtual, que definitivamente tuvo que evolucionar, desarrollando nuevas herramientas de control y dirección para poder alcanzar las metas. Ciertamente, el tiempo corría, y era nuestra responsabilidad lograr los objetivos de la organización. Probablemente estas metas se ajustaron en función de la situación que afrontamos, pero sin duda alguna, los escenarios a lo largo de esos dos años fueron realmente una montaña rusa de cambios, que obligó a innovar en relación al manejo gerencial.

 

Recordemos que el año anterior, 2019, tuvimos una crisis eléctrica, que obligó a hacer cambios en el manejo de las empresas, ya que una situación sobrevenida, paralizó el funcionamiento de un país.  En aquel momento incluso se vio afectado el intercambio de dinero como consecuencia del proceso de migración al dinero digital, y la ausencia del servicio eléctrico.

 

Antes de esa situación también enfrentamos el tema de la hiperinflación, lo cual implicó hacer cambios en los precios de forma constante, además del tema de los costos y sus continuos ajustes. Adicionalmente no olvidemos la descapitalización de las empresas consecuencia de la presión inflacionaria y las reconversiones monetarias. Eso unido al control de precios sin duda que creaba un ambiente retador para las empresas venezolanas.

 

Sin duda alguna, hemos vivido en un ambiente lleno de amenazas y sumamente variable.  No podemos llamarlo ni siquiera VICA, pues los cambios estaban a la orden del día. Quizás esa sea la interpretación de una VICA al estilo venezolano, lleno de una serie de eventos que generaron una enorme inestabilidad en la economía venezolana.

 

Cómo actuar y responder ante esos ambientes que pueden considerarse hostiles no es fácil.  Por eso opino que los empresarios venezolanos tienen una enorme capacidad de resiliencia y son capaces de responder ante situaciones críticas, de forma rápida, con mucha más creatividad y respuestas que los gerentes de otros países.  Esto, obviamente nos da una ventaja competitiva, pero también a veces no permite emplear herramientas adecuadas para lograr el crecimiento de nuestras organizaciones y generar los mayores beneficios de las mismas. 

 

En un ambiente altamente volátil, incierto, complejo y ambiguo, lleno de improvisadas decisiones en política económica, hiperinflación, fuerte presión fiscal, inestabilidad de precios, reconversión monetaria, una voluble tasa cambiaria, un PIB en caída libre, inseguridad jurídica, conflictividad social y política, una enorme migración de talento humano preparado, temas críticos de deficiente infraestructura, crisis de energía eléctrica y combustible, pandemia, dolarización, etc., genera mucha presión sobre las organizaciones, y las obligan a reaccionar con rapidez ante los cambios del mercado.  Es sorprendente ver cómo las empresas se ajustan y hacen los cambios necesarios, empleando distintos tipos de pensamiento gerencial, adaptándolos a las necesidades del momento.

 

Para hacer un análisis de la forma como se toman decisiones gerenciales, es necesario revisar las circunstancias que estamos afrontando. No es lo mismo tomar esas decisiones en ambientes relativamente estables, que tomarlas en ambientes completamente inestables e inseguros.

 

 

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COHERENCIA EMPRESARIAL.

 

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El trabajo coherente en las organizaciones implica lograr que los distintos departamentos funcionen de manera coordinada con la finalidad de alcanzar las metas esperadas, que fundamentalmente se enfocan en el incremento del valor de la empresa. 

 

Para coordinar acciones tenemos que llegar a acuerdos.  Estos acuerdos se establecen cuando establecemos metas comunes que deben ser alcanzadas y en la cual participan las distintas divisiones de la empresa.

 

Una empresa está constituida por diferentes secciones y a su vez, cada una está integrada por grupos de personas con intereses diferentes. Lograr que cada equipo de trabajo esté de acuerdo en las labores a ejecutar, es la función que debe desempeñar la gerencia a fin de de optimizar los esfuerzos de las personas y agrupaciones involucradas.

 

Podemos construir una metáfora entendiendo que es como si estuviéramos en un bote de remos, donde tenemos personas a ambos lados que van remando. Si se coordina el trabajo y todas bogan en la misma dirección, el avance del bote va a ser más rápido y certero que si se trabaja de forma desordenada.

 

Es importante fijar la dirección hacia donde se dirige el bote.  Luego de tomada la decisión, se organizan los esfuerzos con la intención de alcanzar las metas. 

 

En el caso de las organizaciones se establece un horizonte, la misión de la empresa, la cual marca el camino a seguir, mientras que la visión implica el tiempo en el cual vamos a alcanzar dicha meta.  Se establecen unos valores que son las reglas que rigen la organización para alcanzar los objetivos establecidos.  De allí hace un análisis de sus propias condiciones y características, determinando Fortalezas y Debilidades, para luego entrar a evaluar las condiciones del ecosistema que definen las Amenazas y Oportunidades presentes. 

 

Luego de hacer Análisis Interno y Externo, comienzan a generarse estrategias y planes para dirigirse al objetivo establecido. Es primordial evaluar los demás contrincantes o competidores presentes en el camino que pueden ralentizar el proceso. 

 

Asimismo, alcanzar el objetivo puede ser limitado por otros participantes.

 

Vemos que son necesarios una serie de elementos para alcanzar las metas. En primer lugar debemos definir un Plan para establecer de qué forma vamos y a dónde queremos llegar. Organizar el plan para determinar quién hace qué cosa. Luego integrar toda la estructura con el personal idóneo para alcanzar metas. Establecer niveles de dirección y responsabilidad y por ultimo controlar para poder ajustar la planificación y seguir haciendo iteraciones.

 

Es como ajustar la ruta a seguir de acuerdo con las vicisitudes del camino. Conforme vamos transitando, se ajusta el timón y la marcha para alcanzar el puerto.  Es normal estos procesos de ajustes continuos dependiendo de lo complicado del trayecto.

 

En las organizaciones se definen planes para cada departamento, que deben estar integrados de forma apropiada para cumplir los objetivos.  Siendo así los distintos departamentos: mercadeo, ventas, producción, talento humano, legal, finanzas, administración, etc., trabajan de forma cohesionada con la intención de aportar lo mejor para el propósito conjunto. De esa forma la generación de valor estará asegurada, ya que cada uno de los departamentos se enfoca a su área de trabajo y además se pueden definir indicadores que permiten medir el rendimiento de cada uno de ellos.

 

También es posible además de coordinar acciones, buscar nuevas posibilidades más eficientes a través de ejercicios de lluvias de ideas. Estas poderosas prácticas en conjunto con los acuerdos crean nuevas opciones. De esta forma es posible que se generen en los procesos de ajuste nuevas estrategias de acuerdo con las situaciones cambiantes que vamos teniendo.

 

Vivimos en ambientes VICA (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos) en proceso constante de cambio. Por ende los análisis interno y externo pueden transformarse de forma rápida, con lo cual es conveniente diseñar nuevas estrategias acordes a las situaciones del momento.

 

Estos ambientes VICA van de la mano de procesos Agiles que hacen ajustes constantes en los procedimientos a fin de alcanzar las metas definidas. Estas técnicas buscan a través de constantes iteraciones hacer los cambios necesarios para avanzar en el proceso de alcanzar lo planificado.

 

La coherencia empresarial atraviesa estos procesos necesarios para adecuar los objetivos.

 

Las empresas Grandes tienen procesos de planificación bien definidos, que probablemente alinean toda la operación alrededor de ellos.

 

¿Pero qué podemos decir de las microempresas o las empresas PyME (Pequeña y Mediana Empresa)?

 

Normalmente estas empresas están enfocadas en temas de supervivencia y crecimiento, son muy reactivas y lamentablemente hacen poca planificación. Esta es la razón por la cual fundamentalmente reaccionan ante los cambios del ecosistema, lo cual no es necesariamente lo más conveniente.

 

Estas reacciones pueden activar respuestas “emocionales” ante las circunstancias y tomar decisiones viscerales, en lugar de plantear soluciones bien estudiadas para tomar decisiones y enfrentar los retos que se presentan.

 

De allí que sea necesario enseñar estos procesos a los emprendedores para que puedan hacerse cargo de las situaciones actuales, y puedan prever los comportamientos futuros de la organización ante los eventos que suceden en el día a día.

 

Otro tema importante es la alineación de esfuerzos de los distintos departamentos a fin de establecer procesos y conversaciones adecuadas para alcanzar los objetivos planteados.  Es entonces cuando hace falta definir cuáles serían las mejores maneras de avanzar en estas situaciones.

 

Es allí cuando el líder emprendedor necesita el apoyo de un mentor, de un asesor o de un consultor, para recibir el apoyo necesario en los procesos que se llevan a cabo.  Esta ayuda es importante ya que una inversión a tiempo puede garantizar mejores resultados para el valor de la empresa.

 

En situaciones de presión como las que vivimos en Venezuela en estos momentos, donde se está anunciando una  mayor presión impositiva, lo cual implica exigencias fiscales, más ajustes de precios, además de una probable reducción en el consumo, es importante tener opciones y estrategias que puedan ayudar a decidir cuál es la ruta más conveniente y apropiada a seguir en los próximos meses, así como detectar los posibles cambios que puedan afectarnos y realizar el ajuste de timón necesario para seguir adelante garantizando la supervivencia, el crecimiento y el rendimiento apropiado de la operación.

 

Te invito a pensar en estos temas y a buscar la mejor solución para tu operación.

 

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Mi nombre es Francisco De Lisa.  Soy emprendedor y me dedico a apoyar, asesorar, entrenar, hacer mentoría y coaching, a individuos, emprendimientos y organizaciones.  Mi misión es conectar con la Abundancia.  Mi interés crecer contigo. Cada sesión, facilitación o entrenamiento es un aprendizaje. Si algo de lo que comenté te hizo sentido, y consideras que puedo ayudarte, contáctame por francisco@cybernotas.com.

 

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CRISIS = OPORTUNIDAD

 

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Las crisis representan oportunidades de cambio, de transformación.

 

Lo importante para aprovecharlas es atreverse a hacerlo.

 

Y es aquí donde está el detalle.

 

¿Por qué?

 

Simplemente porque estamos acostumbrados a comportarnos de determinada manera y cuesta entender que es necesario cambiar.  Aparece una situación que cuestiona la forma de ver el mundo.  Entonces tenemos dos opciones: cambiamos o desaparecemos.

 

Estos cambios de posición suceden a todo nivel; tanto a individuos como a organizaciones que se ven afectadas por las transformaciones del medio ambiente.

 

Normalmente tenemos paradigmas que constituyen maneras particulares de ver el mundo. El paradigma es un cuerpo de conocimiento que ayuda a explicar la forma como funcionan las cosas, de acuerdo con nuestro modo particular de ver el mundo.

 

Sin embargo, en mundos cambiantes tipo VICA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo) como los que vivimos, los cambios están a la orden del día.  Hay muchos factores que aceleran el cambio y como consecuencia nos vemos en la necesidad de adaptarnos lo más rápidamente a los mismos. De otro modo las consecuencias en nuestra forma de entender el mundo se van a sentir de inmediato.

 

En Venezuela, en particular, tenemos cambios constantes que generan una enorme necesidad de cambio.  ¿Cómo lo afrontamos?  Muchas veces podemos actuar en función de las emociones que generan esos cambios.  Podemos decir cosas como:

·         El Miedo nos lleva a huir, defendernos o quedarnos paralizados.

·         La Rabia nos conduce a atacar en respuesta al cambio.

·         La Tristeza nos lleva a bajar las manos y quedarnos indefensos.

 

Quizás a nivel personal podemos entender que ciertas emociones nos paralicen o nos obliguen a actuar de cierta manera, ya que creemos en una forma particular de ver el mundo.

 

Pero, ¿Qué pasa en una empresa?

 

Quienes toman las decisiones también pueden adoptar ciertas posiciones que limitan su capacidad de respuesta.  Y sin duda esas determinaciones están condicionadas por la forma de entender el mundo.

 

En momentos de cambios hay que ajustarse a las nuevas realidades.  Por ejemplo, un tema importante es que las estructuras organizacionales se han aplanado, lo cual implica que es necesario reducir la burocracia que arrastran muchas empresas.

 

De la misma forma, es importante automatizar procesos, ya que los mismos además de aumentar la efectividad de la operación reducen los costos en los que se incurre.  Por otro lado, es conveniente adoptar nuevas tecnologías que ayuden a reducir costos, disminuir tiempos de espera y ajustar estructuras existentes a las nuevas condiciones de mercado.

 

Muchas de las empresas que tenemos en el mercado están sobredimensionadas. Lo cual nos deja las siguientes alternativas:

1.    Aumentar las ventas considerablemente para generar beneficios con la estructura de costos existentes, aumentando la rentabilidad.

2.    Reducir la estructura de costos y ajustar las ventas con nuevas tecnologías a fin de ser mucho más eficiente en las operaciones y generar la rentabilidad apropiada.

3.    Aprovechar las estructuras existentes buscando nuevas posibilidades de negocios para la infraestructura disponible.

4.    Es importante ser creativos a la hora de implementar los cambios necesarios en el mercado.  Existen muchas necesidades insatisfechas que pueden ser cubiertas con los activos disponibles. Es cuestión de ver más allá de la caja.

 

Y cuando me refiero a ver más allá de la caja, simplemente estoy tratando de decir que es importante innovar, generar nuevas posibilidades. El carro eléctrico no lo inventó Elon Musk. Sin embargo, su forma de trabajar TESLA ha cambiado la manera hacer negocios.

 

Google tampoco invento los buscadores de internet. Antes de Google hubo muchos buscadores tales como Yahoo, Altavista, Terra, AmericaOnLine, etc.  Algunos desaparecieron y otros siguen creciendo.

 

Hay posibilidades de innovar en Venezuela.  Definitivamente sí.  De hecho vemos marcas que se han redimensionado y están creciendo, como por ejemplo Central Madeirense.  Vemos marcas nuevas con servicios innovadores como Yummy y Ridery, cabalgando con la tecnología creando nuevos servicios.  Se está innovando con un Banco Digital, N58, que está en proceso de comenzar a operar. Marcas establecidas como Farmatodo o Polar, que están retándose continuamente y creciendo en un mercado recesivo.  Y muchas otras empresas y organizaciones que entendieron la situación y están haciendo los ajustes necesarios.

 

Ejemplos hay muchos.  La receta es innovar. Conseguir el nicho de mercado, identificar al cliente, diferenciarse o segmentar para alcanzar las metas. Hoy más que nunca es necesario desarrollar una planificación estratégica adecuada, tomando en cuenta la mayor cantidad de variables y escenarios posibles.

 

En tu caso: ¿Qué puedes hacer con tu marca?

 

¿Cómo te has adaptado a los nuevos retos?

 

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