DEJA DE SER TÚ.
Este es el nombre de un maravilloso
libro de Joe Dispenza, quién nos habla de soltar la historia que nos hemos
contado, para convertirnos en aquello que verdaderamente somos. Y para hablar de historias, veamos este párrafo
de la Coach Lidia Muradep:
“Somos el resultado de
nuestra historia personal, de nuestro pasado, pero aunque es importante lo que
hemos hecho, ya que nos hizo ser como somos, no debemos dejar que ese pasado se
interponga en el camino hacia el futuro. El hoy es diferente. Haga una
reverencia y celebre su pasado, para entrar en un futuro que depende solo de
usted, ya que solo usted le dará forma, elegirá lo que quiere y como lo quiere;
al hacerse cargo de él, generará una historia distinta. Nadie puede ofrecerle
una vida segura, porque la seguridad no está en el mundo exterior sino en usted
mismo.”
Nuestro Universo interior está conformado por historias que nos hemos
contado. Muchas de esos relatos son aprendizajes
que se han convertido en un Sistema de Creencias todopoderoso, que sirve de filtro
para evaluar aquello que nos sucede.
Creamos un testimonio acerca de nosotros mismos. También le llamamos Ego. Es un constructo mental. No existe, son pensamientos
ilusorios. Pero aunque sean espejismos,
decidimos creer en ellos y convertirlos en nuestra verdad. Esa narración es válida para nosotros, pero
no necesariamente para los demás. Inclusive, en ella están definidos nuestros
propios límites, determinados por los patrones que hemos aprendido a lo largo
de nuestra vida.
Sin embargo, la vida nos enfrenta a esas viejas creencias y paradigmas;
pero tenemos dos opciones:
1.
Mantenernos atados a
nuestros juicios.
2.
Desmontar los patrones y
buscar nuevas explicaciones.
Trabajar los juicios personales, que conforman nuestra historia, es difícil.
Por una sencilla razón. Los juicios se constituyen en un sistema de pensamiento
que se comporta como una especie de filtro, a través del cual evaluamos la
realidad. Están tan instalados en nuestra mente, que simplemente ni siquiera
sabemos que están allí. Por lo tanto, no
entendemos la realidad de manera diferente, porque ni siquiera sabemos que
tenemos esos lentes sobre nuestras narices.
No sé si alguna vez les ha pasado que pierden los lentes y los buscan
como locos por toda la habitación, para de repente darse cuenta de que los
tienen colgados sobre la nariz. Estaban allí, pero usted está tan acostumbrado
a tenerlos encima, que no se da cuenta que está mirando a través de ellos.
Entonces pasa una de dos cosas:
a)
Se mira al espejo y se “da
cuenta” de que los tiene puestos. Cuando
se mira al espejo sucede algo mágico. De repente aquello que usted pensaba ver,
no es lo que usted ve. Y ese espejo
puede ser cualquiera de nosotros que simplemente refleja algo que usted
percibe. Entonces comienza una reflexión
o introspección y entiende que está viendo algo que debe corregir.
b)
Alguien de fuera le dice
que los tiene puestos y aparece el “darse cuenta”. Este observador externo le regala una “mirada”
alternativa que le otorga nuevas aptitudes y habilidades. En este caso usted despierta a un nuevo
entendimiento de la realidad.
Todo observador modifica la realidad que observa. Eso lo dijo Werner Heisenberg en su Principio
de Incertidumbre, por los años 1926, a propósito de la Mecánica Cuántica. Es interesante ver cómo cada uno de nosotros,
desde nuestro propio sistema de referencia, modificamos la realidad que vemos,
creando una muy particular, ajustada por el sistema de referencia que empleamos
para observarla, definida por nuestros patrones o creencias.
Todos empleamos un Sistema de Creencias para entender la realidad que
vemos. De hecho esa es la forma en que
lo utilizamos. Sin embargo, no significa
que sea la única manera de
describir la realidad. Es válida para nosotros y para quienes comparten nuestra
forma de ver el mundo a través de “acuerdos”.
Entendemos que la interpretación de cada observador es diferente y
válida.
Esa mirada define la realidad que vemos.
La realidad es neutra. Es nuestro
sistema de referencia el que le otorga cualidades o posibilidades. Simplemente funciona como un filtro que
permite entender lo que sucede.
Ahora bien, esa historia que nos contamos, también nos limita, e incluso
puede desgastarnos físicamente al punto de que puede afectar nuestra existencia
física. Es notable la influencia de
nuestros pensamientos en nuestro cuerpo.
Los pensamientos crean la realidad que vemos, y ellos también están ligados
a las emociones. Las emociones mueven energías
en nuestros cuerpos y pueden convertirse en factores internos que afectan el
funcionamiento y pueden desarrollar enfermedades.
De allí, que el Dr. Dispenza habla de “Deja de ser tú” como una manera
de cambiar nuestra forma de ver el mundo, inclusive perdonarnos y sanar.
A veces nos asusta el inmenso poder que tenemos. Tenemos el poder de cambiar el mundo, cambiar
nuestra realidad, simplemente modificando una creencia limitante. El mundo es simple. La realidad es neutra. La verdad es verdad. Corregir el error es
posible. Perdonar es mágico. Es la mente
quién complica la interpretación de la realidad.
CONTACTO:
Mi nombre es Francisco De
Lisa. Soy profesor, emprendedor y coach. Me dedico a apoyar,
asesorar, entrenar, dar mentoría y hacer coaching a individuos, emprendimientos
y organizaciones. Objetivo: Crear Emprendedores exitosos, desde una
Marca Personal hasta una Gran Empresa. Mi interés crecer contigo.
Cada sesión, facilitación o entrenamiento es un aprendizaje. Si algo de lo que
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