GENERANDO VALOR.
El objetivo fundamental de la
iniciativa privada es la generación de valor.
Esto significa, generar utilidades y producir incrementos significativos
en la calidad o tipo de productos y servicios, además de añadir valores negociables
en el mercado.
Para un emprendedor es importante
tener claro el significado de generar valor.
Desde el día uno, la creación de valor debe estar presente en el negocio
o emprendimiento, de otra manera, es muy probable, que la pérdida de valor
traiga consigo la afectación de la iniciativa.
Ahora bien, ¿Qué significa generar valor?
Generar valor significa
incrementar el “valor” de la empresa. Es decir, aumentar el capital de la misma,
como resultado de la generación de utilidades en el negocio.
¿Cómo sabemos si la creación de valor es apropiada?
Por supuesto, la creación de
valor depende del negocio en el que usted esté trabajando. Cada sector tiene un modelo particular de
funcionamiento que usted debe trabajar y de acuerdo con los parámetros de dicho
modelo, alcanzará ciertos niveles de ganancia.
Lo que si podemos establecer
como medida de referencia es que el valor que recuperamos, resultado de la inversión
en el capital de la empresa, debe generar intereses equivalentes al costo de
oportunidad. En otras palabras, la tasa de retorno del capital debe ser mayor
que la tasa de interés que paga una inversión alternativa en el mercado.
De lo contrario estaríamos
perdiendo valor, y como consecuencia, reduciendo el capital, lo cual perjudica
el patrimonio del emprendedor.
Muchas veces el emprendedor se
basa en su “olfato” para determinar las posibilidades de un negocio. Por ejemplo,
si es poseedor de un talento particular, trata de explotar el mismo enfocándose
a trabajar en él de forma discrecional.
Es importante poner los pies en
la tierra siempre. Lo que usted realiza es
un negocio, donde en las primeras de cambio, usted está invirtiendo dos activos
fundamentales:
1. Tiempo.
2. Capital.
El Tiempo lo colocamos en
primer lugar, ya que si usted pierde el tiempo, es imposible recuperarlo. Podemos decir que es un recurso no renovable.
Una aventura de emprendimiento que solo
le deje una enseñanza, sin duda le hará avanzar. Lo que usted tiene que valorar
es si el tiempo perdido vale la pena.
En segundo lugar, está el
capital. Cuando usted invierte en un negocio propio, normalmente la inversión inicial
es parte de su patrimonio, o asume deuda con garantías personales. Lo cual
implica que si su iniciativa no funciona, tendrá que asumir las pérdidas. En
cualquier caso, el capital inicial es resultado del aporte de los accionistas. Y
lógicamente, la intención de todo inversionista es generar valor y aumentar el
capital.
¿Cómo puedo saber si estoy generando valor en mi negocio?
En primer lugar, es necesario
desde el día uno, manejar la información del negocio. Hoy día tenemos muchas facilidades a nivel de
sistemas de información, que permiten controlar el funcionamiento del
negocio.
Por otro lado, la elaboración
de un Plan de Negocios es fundamental para tener una comparación teórica de lo planeado
versus lo ejecutado. De nuevo, con las
herramientas disponibles, es posible hacer un modelaje financiero base del
emprendimiento, y generar un análisis de factibilidad o viabilidad del negocio.
Esto, sin duda, ahorrará muchos dolores de cabeza en el futuro, ya que podremos
tener un estimado del comportamiento del negocio, además de conocer los ciclos
que puedan afectar el comportamiento del mismo, y tomar las decisiones estratégicas
más acertadas para obtener el mayor beneficio posible.
Hoy día un emprendimiento puede
ser desde una marca personal, hasta una empresa con proyección de crecer y
convertirse en unos años en la próxima Amazon o Google. Todas comienzan con una idea original. Lo
importante es aprovechar el conocimiento disponible, y buscar los mejores
consejos para poner los pies en la tierra desde un principio, a fin de construir
un modelo de negocios efectivo y eficiente que permita crecer orgánicamente con
una propuesta de valor.
Quizás en un pasado creíamos que
para iniciar un negocio era suficiente con ser bueno en lo que hacemos. Hoy no
solo eso es importante, sino también hablar el lenguaje de los negocios y
disponer de las herramientas que permiten controlar y gerenciar el mismo. El tiempo del que dispongamos para ejecutarlo
es una decisión personal. Lo importante es que las decisiones que tomemos sean
las más apropiadas y convenientes, que generen los mayores beneficios posibles.
CONTACTO:
Mi nombre es Francisco De
Lisa. Soy profesor, emprendedor y coach. Me dedico a apoyar,
asesorar, entrenar, dar mentoría y hacer coaching a individuos, emprendimientos
y organizaciones. Objetivo: Crear Emprendedores exitosos, desde una
Marca Personal hasta una Gran Empresa. Mi interés crecer contigo.
Cada sesión, facilitación o entrenamiento es un aprendizaje. Si algo de lo que
comenté te hizo sentido, y consideras que puedo ayudarte, contáctame por francisco@cybernotas.com.
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